En estos tiempos de inestabilidad bursátil y tasas de interés a la baja, el inversor demanda dos condiciones para arriesgar su capital: buenos dividendos y mínimas condiciones de seguridad en el mediano plazo. Banif ha lanzado un producto que conjuga dividendos y tranquilidad: su bono estructurado.
Se trata de un bono a dos años semi-garantizado. La mayor pérdida posible tiene como límite un 10% del capital. ¿Cómo se logrado está cobertura? Ligando el Bono Estructurado a la evolución del DJ EUROSTOXX50. Una relación que protege al capital de inversión si las caídas en el índice son mayores al 22%, en un 90%; si son inferiores, se cubre el 100% del capital.
Ante la volatibilidad del mercado y los bruscos cambios de la bolsa, el índice de referencia de los bonos estructurados de Banif se calcula tomando como referencia el mínimo cierre alcanzado por DJ EUROSTOXX 50 en el primer mes de vida del bono.
Un bono ideal para todo el que desee aprovechar la evolución de la renta variable, siempre con seguridad y una buena rentabilidad. A este último respecto, Banif ofrece dos escenarios igualmente apetecibles.
De no alcanzar una rentabilidad mínima del 35% en el plazo de garantía, el inversor recupera el 100% de su capital más una bonificación equivalente al 100% de la subida del DJ EUROSTOXX 50. Si en cambio, en el plazo de garantía se supera una rentabilidad del 35%, el inversor recibirá una remuneración a vencimiento Euribor a 12 meses más el 1,50% capitalizado desde el inicio de la inversión.
Para invertir, hay que adaptarse al entorno de volatibilidad, y el Bono estructurado de Banif nos da las herramientas y la seguridad para hacerlo, jugando con ventaja.