Un interesante artículo de Paulo de León en ActivBa nos ha confrontado de nuevo con el concepto tradicional del inversor ideal, algo ya tan desacostumbrado que casi se nos ha vuelto una figura mítica, legendaria e inexistente, y es que pareciera que hoy en día inversores y traders son criaturas que sólo saben huir del riesgo, especialmente si es irreal e inducido por la rumorología.
Un inversor ideal controla el miedo y las pérdidas. No reacciona según los rumores, sino sobre las evidencias y el análisis. No se deja llevar por la ansiedad de recuperar las pérdidas, sino que las minimiza. No se retira ante una tendencia alcista por miedo a perder las ganancias: se mantiene firme hasta que la evolución al alza cumple su ciclo. Es decir: mira al largo plazo en todos los casos.
El artículo nos recuerda las palabras de J. Livermore, un trader de principios del siglo pasado que pronuncía aquella vieja máxima de «cuando tengas ganas de comprar, vende; cuando tengas ganas de vender, compra».
Una imagen que debería ser el reflejo de la vocación inversora, sobre todo en estos tiempos e crisis y rumurología: hay que ir contra las pérdidas y disfrutar de las ganancias. Sin retirarse antes de tiempo.
Fuente: ActivBa
