Mientras la economía española se ha estancado en un o% de crecimiento, y las entidades bancarias ven una recesión y no crecen más de un 5% anual, y crece la morosidad (2%), José Luis Rodríguez Zapatero ha pronunciado la palabra que se ha negado a decir desde hace más de seis meses: «En esta crisis nadie lo va a pasar mal».
Aclaró que no son importantes los conceptos utilizados, sino las medidas que su gobierno tomé para enfrentar y remontar la desaceleración, aunque la mención de esa palabra tan esperada por los periodista y tan temida por el gobierno no pasó desapercibida para nadie durante una entrevista con Antena 3 el martes pasado.
Un gasto público muy acotado para superar el déficit y la implementación de gasto social, es en esencia la política que Zapatero propone, con un fuerte aumento en las pensiones mínimas. Mencionó que a pesar de la situación financiera internacional, la inversión extranjera se ha duplicado en España, y la considera un importante elemento de recuperación.
Donde no quiere mover ni una coma es en la flexibilidad laboral, que considera enorme en Espala, y se niega a discutir o dar decretazos al respecto, en un momento donde lo importante no es destruir empleos, sino crearlos.
Más vale tarde…