Que nadie se piense que los ingleses no tienen sentido del humor aunque maldita la gracia que hacen. No todos son como el típico guiri descamisado que sólo se dedica a consumir cerveza tras cerveza en la costa del Sol. Tienen su puntito aunque sea un poco egocentrista. Viene este elogio a lo británicamente correcto a propósito del artículo del Financial Times titulado algo así como «Los PIGS (cerdos) lograron volar hace 8 años» en referencia a las economías de Portugal, Italia, Grecia y eSpaña (de donde sale el acrónimo PIGS, qué genial talento londinense) y a cómo habíamos logrado crecer para ahora caer.
No se trata de responder a lo que claramente parece un insulto preñado de algo más que diferencias culturales, sino de referir cómo ha escocido en ciertos círculos el desembarco de las empresas españolas en el Reino Unido con compras y adquisiciones que hasta hace pocos años no los hubiera imaginado nadie. No se trata de otra cosa que de vengarse periodísticamente reafirmando que aún faltan años para que las economías grecolatinas aludidas podamos darle la vuelta a la tortilla.
Espero que no me malinterpretéis, no me ha dado un fervor patriótico inusitado, simplemente me molesta que se crean superiores quienes vienen a España a operarse en nuestra sanidad pública porque en su país no pueden o que se las den de ricos los mismos que a poco que sube el Euribor y se revaloriza el euro, entregan las llaves del apartamento sin acabar de pagar en Mallorca bajándose los pantalones hasta las mismísimas sandalias con calcetines. Menos lecciones, por favor.
A jugar sucio podemos participar cualquiera.