Según el propio ministro de Economía del Reino Unido, George Osborne, su país recomienda fervientemente la posibilidad de invertir en las economías de los países de la primavera árabe para estimular su transición democrática y evitar el auge del extremismo, situación que viene siendo discutida en los últimos tiempos dentro de la Unión Europa por las consecuencias lógicas que podría acarrear.
De hecho, esta situación se dio en el encuentro anual del Banco Europeo para la Cooperación y el Desarrollo que se llevó a cabo en Londres. En el mismo, el ministro de Economía afirmó ante los demás miembros de este ente lo necesario que no privar a estas economías, entre las que se encuentran países como Túnez, Egipto, Libia e incluso Siria, que podría discernir claramente tener el apoyo económico, o no, de naciones como la Unión Europa.
La situación actual indica, de la misma forma, que hasta el momento Egipto es el único de todos estos países que ha podido recibir ayudas financieras provenientes del Banco Europeo para la Cooperación y el Desarrollo, aunque desde hace algunas semanas se encuentran en marcha las negociaciones con otros como por ejemplo Túnez y Jordania, en el mismo sentido.
Tampoco podemos olvidar que según el mismo Osborne, esta circunstancia de la primavera árabe, es una posibilidad impresionante de colaborar en aumentar la libertad y la seguridad que pueden existir en esta parte del mundo, como nunca antes se había presentado desde el comienzo de la Guerra Fría, por lo que llamó a afrontar entre todos los países occidentales este “desafío gigante”.
“Todos estos países han sufrido fuertes caídas en su crecimiento ya que la incertidumbre política deterioró las inversiones extranjeras y el turismo. Ahora tenemos que ayudarlos. Hay que crear 18 millones de puestos de trabajo en la región en la próxima década para evitar que el desempleo crónico siga fomentando la inestabilidad y la violencia” consideró el ministro conservador británico.