Parece ser que en una modificación del Reglamento de Gestión tributaria se va a implantar la obligatoriedad de que las empresas cuenten con una dirección electrónica a la que hacer llegar los avisos y demás correspondencia por parte de la Agencia Tributaria y otros organismos.
Ya sabemos que en España se suele optar por imponer antes que por potenciar y animar por lo que no es de extrañar ni esto ni la obligatoriedad de presentar vía web todas las declaraciones. A saber qué será lo siguiente.
Aunque parezca una tontería no todo el mundo tiene internet ni sabe manejarse en los espacios virtuales como Pedro por su casa. Eso a las autoridades les da igual, que cada cual se busque la vida como pueda, ya sea teniendo que contratar una línea ADSL con las compañías patrias (menudas joyitas), ya sea teniendo que pedir el favor o pagando a un asesor que lo haga. A eso se le llama costes fiscales indirectos cuya dimensión está creciendo exponencialmente.
Poco importa.
Foto esparta
