Fortaleciendo la educación financiera: Un imperativo en tiempos de cambio económico

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado un estudio sobre la educación financiera a nivel global, destacando la necesidad de fortalecer esta área crucial en el contexto económico actual. La educación financiera, tal como la define la OCDE, es una combinación de conciencia financiera, conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos necesarios para tomar decisiones financieras acertadas y alcanzar el bienestar financiero​​.

Entre los hallazgos clave del estudio, se destaca que la puntuación media de conocimientos financieros entre los encuestados es de 63 sobre 100 puntos. Aunque el 84% de los adultos comprenden la definición de inflación, solo el 63% puede aplicar el concepto de valor del dinero en el tiempo a sus propios ahorros. Además, aunque el 77% entiende la relación entre riesgo y recompensa, solo el 42% puede responder correctamente a una pregunta sobre interés compuesto. Incluso entre los adultos que poseen productos de ahorro, solo el 46% comprende el interés compuesto​​.

El comportamiento financiero, como segundo componente de la educación financiera, revela que el puntaje promedio es de 61 sobre 100. El 70% de los adultos afirma considerar cuidadosamente si pueden permitirse algo antes de comprarlo, pero solo el 26% compara productos financieros entre proveedores y solo el 24% busca asesoramiento independiente al comprar productos y servicios financieros​​.

Las actitudes financieras, el tercer componente, muestran una puntuación promedio de 56 sobre 100 puntos. Las declaraciones utilizadas para medir las actitudes hacia el dinero y la planificación para el futuro se centran en preferencias por gastar dinero a corto plazo, lo que podría obstaculizar comportamientos que podrían llevar a una mayor resiliencia y bienestar financiero​​.

El estudio resalta la importancia de la educación financiera en el contexto actual de alta inflación, el aumento de los tipos de interés, y la aparición de nuevas formas de asesoramiento financiero, criptomonedas y un aumento en la incidencia y complejidad de los fraudes financieros. Con un promedio de 60 sobre 100 puntos en alfabetización financiera a nivel global y un 63% en los países de la OCDE, se evidencia un margen significativo para mejorar. El 15% de los encuestados reportó haber sido víctima de al menos un tipo de fraude o estafa financiera​​.

Este estudio subraya la necesidad de fortalecer la educación financiera a nivel mundial, no solo para mejorar la toma de decisiones financieras personales, sino también para aumentar la resiliencia frente a fraudes y estafas financieras, y navegar con confianza en el paisaje financiero en constante evolución. La educación financiera es, por tanto, un elemento clave para el bienestar financiero individual y colectivo en tiempos económicos desafiantes.

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