Un directivo, o como empresario la persona que se ocupa de una empresa, tiene, al menos, 3 preocupaciones relacionadas con los objetivos que quiere cumplir. La primera de ellas es responder a una pregunta: ¿Es buena idea? La segunda de las preocupaciones se refiere a si puede atraer y/o recibir ayudas por esa idea, es decir, si es capaz de ser una idea que llame la atención y puedan estar otros interesados.
La última de las preguntas, quizás una de las más importantes, se refiere a si se puede llevar a cabo administrativamente, es decir, si es algo viable o algo que ahora mismo no se puede hacer.
Normalmente iniciar cualquier proyecto necesita la ayuda de los demás y una serie de instrumentos y disciplinas que suelen estar al alcance de los directivos. En cuanto a la primera preocupación pueden aplicarse varios tipos de análisis económico y empresarial así como la propia experiencia y los comentarios y críticas que podemos tener de otros expertos es algo muy importante también que nos ayudará a solventarlo.
Con respecto a la segunda preocupación, el análisis político y de mercado nos puede ayudar en este punto. A veces preguntar a tus clientes y sopesar lo que por ahora está llamando más la atención puede ser la vía para saber si se recibirán ayudas y se atraerá.
Todo esto es lo que da valor en sí a lo siguiente ya que algo será viable administrativamente si antes se ha hecho un trabajo previo que permite lograr un resultado. De lo contrario, puede ser difícil que administrativamente tenga posibilidades porque no se sabría por dónde empezar a trabajar con él. Aún así, la organización es un factor importante a tener en cuenta así como los plazos, tiempos y demás.
