El rey Leopoldo II de Bélgica se convirtió en uno de los hombres más ricos de su época debido a que convirtió el Congo en su cortijo particular del que obtuvo ingentes cantidades de recursos a costa de las más terribles atrocidades hacia los nativos. Se estima que perecieron o sufrieron mutilaciones cerca de 10 millones de personas. No hay que culpar a los belgas ya que Leopoldo se erigió en soberano del Congo a título personal.
Los relatores de la ONU son comisionados diplomáticos que vigilan e informan sobre el cumplimiento de la legalidad internacional, ya sea en la protección de los derechos humanos o para evitar la tortura. Su trabajo es, por desgracia, imprescindible y necesario. Hasta ahora las multinacionales y sus ejecutivos (de la palabra ejecutar, es decir, consumar,cumplir) parecían quedar al margen de las acciones penales internacionales pero algo puede cambiar a propuesta de estos relatores.
Y es que el caso de Leopoldo es un caso exagerado pero se están cometiendo muchas barbaridades a las que no deberíamos cerrar los ojos. Claro que primero tenemos que conocerlas y para eso están los relatores de la ONU y los testimonios: Pfizer acusada de experimentar con niños en Nigeria, Shell involucrada en la muerte de activistas en Níger, etc…
No es inevitable, no es globalización, no es capitalismo. Tiene otro nombre.
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