Por primera vez en tres años, las cuentas del estado presentan un déficit importante: 4.683 millones de euros. Una cifra que significa el 0,42 % del PIB. Las principales causas: la caída de las inmobiliarias, la baja productividad empresarial (debido a los costes del crudo) y el bajón en el consumo de las familias.
Sin embargo, esta cifras sólo reflejan la punta del iceberg que en algún momento emergerá en el segundo semestre del 2008.
Por una parte, tenemos los 8.000 millones de euros que van a significar las medidas para paliar la crisis, y que en teoría era una inyección de activos para reactivar la economía (sin que hasta el momento haya efectos visibles o positivos). Una cifra que incluye los famosos y controvertidos 400 euros de rebajas fiscales. Es decir: aún falta ver los efectos sobre la crisis de las medidas contra la crisis…
Por otra parte, hay que sumar al déficit estatal las prestaciones por desempleo (cuyas cifras rozan ya los dos dígitos), la caída del 14,2% en la recaudación del IVA debido a la baja productividad empresarial y la baja en la compra-venta y los precios de los pisos (una de las principales fuentes impositivas del estado).
No hay que quejarse: siempre se puede estar peor…
