Rusia es el mayor país del mundo territorialmente hablando, pero además se trata de una de las economías que más inversiones ha realizado en los últimos tiempos. Ahora, con la confirmación de que Putin seguirá en el poder, se espera que la política económica continúe de esta forma, a pesar de las dudas sobre la incapacidad para superar las trabas y sacar al país de la pobreza que sobrevuelan en estas semanas.
De hecho, en un análisis más contextualizado del tema, hay que destacar que en la última década su Producto Interior Bruto ha crecido a tasas del 5% anual, y que el año pasado, si bien el ritmo aflojó ya que la economía rusa se expandió un 3,9%, sigue siendo sumamente prometedora la situación, a pesar de lo lejos que se halla, por ejemplo, de los números chinos, ubicados en más del 9% de crecimiento.
En este sentido, además, y aunque para algunos Rusia no representa un mercado competitivo, la mayoría de los expertos opinan que es una de esas economías que aparecen en el ranking de países de rápido crecimiento mundial, por lo que conviene negociar con ella al menos algunas pequeñas inversiones.
Tampoco es despreciable la estadística que indica que la deuda soberana de Rusia es de sólo el 9,7% de su PIB, si se la compara con otras naciones de la Unión Europea, como el 120% de Italia, el más de 80% de Alemania y Francia o el 70% de España. También suma en este sentido su elevado superávit por cuenta corriente, y las empresas consultoras esperan un crecimiento para este 2012 de alrededor del 4%.
Finalmente, la bolsa de Moscú parece también plantarse fuertemente este año, en buena parte debido a que el índice de referencia del mercado ruso, el RTS, acumula una subida del 22% desde principios de año. Todos elementos que, sumados, permiten entender que las compañías de distintos segmentos de la industria vayan a invertir en Rusia en este 2012.