Decididamente abiertos a la crítica, al debate, al intercambio de pareceres aunque sean algo subidos de tono, así es como debería ser la humanidad, las creencias, las ideologías, la religión, las pautas sociales o morales, la propia ética. Me molesta, por regresivo, por mendaz, por absurdo y contraproducente que no se pueda discutir de lo que sea. Guardando el debido respeto personal aunque no sea preciso hacer lo mismo con las ideas, eso de que todas éstas son respetables es mentira, son las personas las que guardan en sí mismas este concepto, sólo con ser.
Me entero por barrapunto que en el día de hoy, Telemadrid va a emitir el que podríamos llamar como documental alternativo respecto al cambio climático, The Great Global Warming Swindle, realizado por Martin Durkin. Espero poder verlo para tener suficientes argumentos en mi mente como para seguir reflexionando sobre algo tan importante e invito a que se haga.
Creo que he manifestado en más de una ocasión que, ante la perspectiva de que las previsiones más pesimistas sean reales, conviene ponerse manos a la obra y evitar el mal mayor aunque sea a costa del «sacrosanto» crecimiento económico. Más aún, considero que adoptar un comportamiento medioambiental razonable no sólo no hace más ineficiente la economía sino todo lo contrario. Sé que ante esto se argumentará que lo digo y pienso porque vivo en el primer mundo desarrollado y rico y debo decir que soy consciente, además, de que las políticas llamadas «responsables» tienen su primera víctima en los más pobres pero es que excusas similares o parecidas se han usado en el pasado para frenar el incipiente bienestar de nuestras «ex-colonias» por lo que no haría sino reincidir.
No obstante, deseo que los pesimistas no tengan razón, que todo sea una exageración movida por hilos bienpensantes pero malhechores en sus actos. Pero por encima de todo deseo conocer por qué unos u otros están equivocados y sacar mis conclusiones si detecto que hay manipulación, exageración u ocultación interesada. Por eso voy a ver el documental y por eso debemos abrirnos al debate. Al fin y al cabo, todo depende de nosotros y de que no nos dejemos engañar.
