Sin mucho ruido mediático, murió la semana pasada a los 85 año de edad, Pedro Zaragoza Orts, como consecuencia de una insuficiencia coronaria. El ex alcalde que logró convertir a una pequeña comunidad pesquera en la ciudad con la mayor ocupación veraniega del circuito turístico nacional.
Tras un terrible temporal, la comunidad mediterránea de apenas 1.700 entró en un callejón sin salida hacia principios de los años cincuenta. Sin embargo, su transformación y ventura llegaron gracias a los oficios de Zaragoza Orts, que diseño un visionario proyecto que cimentó su éxito en potenciar el único patrimonio de Benidorm: sus playas. El Plan General de Ordenación Urbana en España (1956) se complementó con diversas acciones, todas de la mano de Zaragoza. Entre ellas un avanzado sistema de promoción internacional, la celebración del Festival de la Canción y la defensa del bikini.
El resultado: Benidorm es el destino con mayor índice de pernoctaciones turísticas en España. Un centro turístico accesible para todos los bolsillos y centro neurálgico del comercio que se realiza a ambas costas del meditarraneo.
La defensa del bikini le valió una amenaza de excomunión.
Siempre es lamentable la pérdida de un visionario como Zaragoza Orts, especialmente en estos días revueltos, cuando los capitales juegan a lo seguro para perder y el riesgo es una emoción perdida en las cada vez más predecibles aguas de la especulación.
