Cuando se produce un accidente de aviones o avionetas, y comienza la cobertura del mismo en la televisión, nos damos cuenta de que constantemente se repite que se está buscando la “caja negra”. En concreto, se trata de un compartimiento seguro, aislado del resto del avión, en el que se pueden encontrar registros que permitan saber por qué se produjo el accidente, lo cual es de suma utilidad en casos como éstos.
Llegado este punto te preguntarás que tiene que ver esto con los coches, pero la noticia es que cada vez más asociaciones de conductores y de Derechos Humanos se muestran receptivas a poder incorporar las cajas negras a los coches, lo que facilitaría de un modo terminante saber quien ha tenido la culpa en un choque, y claro, cambiaría para siempre la vida de las compañías de seguros.
De acuerdo a una serie de encuestas realizadas a los conductores españoles recientemente, se calcula que cuatro de cada cinco están de acuerdo en que las cajas negras sean incorporadas a los coches, lo que según creen, reforzaría su seguridad. Es obvio que la implementación no va a suceder de un momento para otro, pero en cualquier caso se trata de una alternativa muy importante a tener en cuenta.
Incluso, en un reciente estudio de la firma Autoscout24, se detalla la opinión de una serie de especialistas, quienes sostienen que, “para 2038, este dispositivo se convertirá en “una tecnología esencial capaz de proteger proactivamente al conductor, diagnosticando, por ejemplo, averías vía remota, haciendo un seguimiento de la conducción para rebajar la prima al buen automovilista o reconstruyendo un accidente antes incluso de que él mismo avise a las autoridades”.
Mientras tanto, quienes se oponen a la utilización de la caja negra, lo hacen en base a la creencia de que ésta podría develar datos de sus comportamientos, con lo cual servirían los mismos como pruebas ante acusaciones de asesinato, infidelidad, y demás.
