Aunque pocos podamos creerlos en una primera instancia, hay personas en el mundo de los negocios que comparan, y de forma directa, lo que sucede cuando estamos buscando un empleo, y los mecanismos de conexión que existen con los momentos en los que nos inquieta es buscar una pareja. Aunque se trate de dos acciones que pueden parecer completamente disímiles al comienzo, las relaciones son muy interesantes.
En concreto, se trata sobre todo de “dominar la afinidad”, como le llaman quienes trabajan en las empresas encargados de reclutar recursos humanos para que luego se desempeñen en el interior de las mismas. Según recientes estudios, el cerebro de ellos trabaja de un modo muy similar al de cualquier de nosotros mientras nos encontramos buscando una pareja, y descartamos gente para darle prioridad a la que consideramos más afín.
En este sentido, los especialistas en estos campos indican que para las personas que tienen facilidad a la hora de encontrar parejas -hablamos de personas con las que puedan interpretar sus sentimientos, no sólo de ligar- es mucho más sencillo dar posteriormente con un empleo que satisfaga sus necesidades e inquietudes personales.
Esto es porque existen ciertos métodos y tecnologías que pueden funcionar en un escenario laboral de la misma manera en la que nos comportamos por fuera de éste. Muchas personas, cuando se encuentran buscando pareja, desarrollan una habilidad para darse cuenta de quienes pueden llevar adelante sus pedidos que cuando están al frente de una serie de demandantes a un empleo, tienen más facilidad para dar con el indicado.
Incluso, está claro que se conoce a las personas con las que un candidato va a trabajar, es mucho más sencillo determinar el tipo de encaje que puede llegar a tener, y por ende, el éxito a largo plazo que la empresa podría llegar a conseguir. Así que ya sabes, si quieres conseguir buenos empleados o buenos empleos, preocúpate por conseguir buenas parejas.
