Más allá de la crisis económica mundial que afecta al país, España recibió un total de 28.415 millones de euros de inversión extranjera directa en participaciones de capital el año pasado, lo que supone un 18,4% más que en el ejercicio anterior, según los datos del Registro de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía y Competitividad.
De esta forma, y limitándonos únicamente a los términos netos, podríamos decir que entonces el IED aumentó un 18,2%, tras descontar las desinversiones, que ascendieron a 3.638 millones de euros el año pasado.
Al mismo tiempo, la inversión en sociedades productivas, que excluye las empresas de tenencia de valores extranjeros, representó el 79,1% del total, desde el 50,4% en 2010; siendo de esa manera una de las que han presentado un mayor crecimiento sostenido en este período.
En tanto, por trimestres, la inversión se incrementó a tasa anualizada un 238,5% entre enero y marzo y un 148,6% en el segundo trimestre del año, aunque se contrajo un 20,1% entre julio y septiembre y cayó un 46,6% en la última parte del año.
Acerca de los principales sectores que recibieron flujos de inversión extranjera, en el primer lugar se encuentran las telecomunicaciones inalámbricas, junto con el transporte aéreo de pasajeros, y posteriormente la intermediación monetaria o bancas, con registros respectivos del 17.9%, 17.6% y 7.9%.
Por el lado de los países de origen de la inversión, siendo excluidas las empresas de tenencia de valores extranjeros, el primero de la lista es el Reino Unido, con cerca de tres de cada diez inversiones, seguido por Francia, con el 25% de las mismas, Países Bajos, Estados Unidos, Luxemburgo y Alemania.
Finalmente, sobre la inversión española en el exterior, se debe decir que la misma ascendió a 30.611 millones de euros en 2011, un 21,9% menos que en 2010. Al respecto, las desinversiones se cifraron en 14.953 millones de euros, un 5,7% menos, mientras que la inversión neta se redujo un 33% hasta alcanzar los 15.658 millones de euros.
